Puesta en Valor de la Historia del Museo del Vidrio de Santa Lucía de Cartagena y su Fábrica


 El Legado Duradero de la Fabricación de Vidrio en Santa Lucía de Cartagena La fabricación de vidrio, un arte que se remonta a unos 4.000 años en Mesopotamia, ha desempeñado un papel significativo en la historia de la humanidad, extendiéndose desde Egipto hasta la cuenca del Mediterráneo y más allá. Este antiguo oficio, que combina habilidad técnica con expresión artística, ha dejado una huella imborrable en diversas culturas a lo largo de los siglos. En España, la tradición vidriera también cuenta con una rica historia, marcada por innovaciones regionales como el desarrollo del vidrio de plomo. La presencia de un taller de vidrio en Cartagena durante los siglos IV-V d.C. atestigua una conexión local con este arte mucho antes del establecimiento de la fábrica que es el foco de este informe, sugiriendo una larga tradición de producción de vidrio en la región. Cartagena, una ciudad con una rica historia, también alberga un importante patrimonio industrial. Dentro de este contexto, el barrio de Santa Lucía destaca por su arraigada tradición en la fabricación de vidrio. El presente informe tiene como objetivo explorar en profundidad la historia del Museo del Vidrio de Santa Lucía en Cartagena y su predecesora, la Fábrica de Cristal y Vidrio. A través de un análisis detallado de su fundación, evolución, producción, colecciones actuales y el testimonio de personas relacionadas con su historia, se busca poner en valor este importante legado. Finalmente, se propondrán estrategias para destacar y promover la historia del museo y la fábrica, asegurando su preservación y apreciación para las generaciones futuras. La continuidad de la fabricación de vidrio en Cartagena desde la época romana hasta el siglo XIX sugiere una tradición artesanal y un conocimiento especializado que hacen de la fábrica del siglo XIX un capítulo más en una narrativa local mucho más extensa. Esta profundidad histórica añade un peso considerable al concepto de una "tradición" en Santa Lucía. La Fundación y los Primeros Años de la Fábrica de Cristal y Vidrio (1834-Siglo XIX) La Fábrica de Cristal y Vidrio de Santa Lucía fue establecida en 1834 por Don Tomás Valarino Gattorno. La familia Valarino había llegado a Cartagena a finales del siglo XVIII, y fueron Juan y Tomás Valarino quienes lideraron la apertura de la fábrica. La solicitud formal para establecer la fábrica se realizó el 5 de junio de 1834. Para 1890, la fábrica ya era una institución establecida, como lo demuestra una fotograbado de ese año publicado en la revista gráfica "Cartagena Artística". La ubicación de la fábrica en Santa Lucía fue estratégica, considerando la disponibilidad de materias primas, combustible (carbón), acceso al puerto y mercados en crecimiento. Además, la familia Valarino poseía conocimientos sobre la "barrilla", una planta alcalina utilizada en la fabricación de vidrio. La proximidad al mar y la inclusión dentro del recinto portuario ofrecieron ventajas significativas para la importación de materiales y la exportación de productos. La presencia previa de la familia Valarino en Cartagena y su conocimiento específico de los materiales para la fabricación de vidrio sugieren una decisión fundamentada para establecer la fábrica. Su experiencia preexistente probablemente contribuyó al éxito temprano de la fábrica. En sus inicios, la fábrica producía tanto vidrio común de paredes gruesas ("vasos huertanos") como cristal fino de alta calidad, a menudo decorado con grabado a la rueda y tallado. Se utilizaban diversas técnicas de producción, incluyendo el moldeado a rodillo, el moldeado fijo y el modelado a mano alzada, así como técnicas decorativas como el grabado con rueda de cobre y el Guilloché. La fábrica también logró éxitos tempranos, recibiendo la Medalla de Oro en la Exposición de Madrid de 1841 y la Cruz de Carlos III en 1842. La producción de artículos tanto cotidianos como de lujo, junto con la adopción de diversas técnicas de producción y decoración, revela un modelo de negocio sofisticado y adaptable. La fábrica pudo atender a un mercado más amplio al ofrecer una gama de productos que iban desde lo básico hasta lo de alta gama. El uso de técnicas avanzadas como el Guilloché indica una inversión inicial en mano de obra calificada y tecnología. Don Tomás Valarino Gattorno fue la figura clave en la fundación y dirección inicial de la fábrica. Junto a él, Juan Valarino también desempeñó un papel importante en los primeros años. Es significativo que los principales trabajadores iniciales fueran franceses , lo que subraya la importancia de la experiencia extranjera en el éxito temprano de la fábrica en la producción de vidrio de alta calidad. La dependencia de mano de obra calificada francesa sugiere una transferencia de conocimientos y técnicas que fue crucial para la fábrica. España, a principios del siglo XIX, podría haber carecido de un grupo suficientemente grande de vidrieros altamente calificados. La importación de experiencia desde Francia, un país con una sólida tradición vidriera, habría sido una medida estratégica para garantizar la calidad y las capacidades de producción. Crecimiento, Innovación y Reconocimiento (Finales del Siglo XIX - Mediados del Siglo XX) La fábrica experimentó períodos de gran actividad, llegando a emplear a cerca de 400 trabajadores y produciendo alrededor de 1.000 piezas de alto valor artístico, lo que le valió un rápido reconocimiento a nivel nacional e internacional. Los catálogos antiguos conservados muestran una rica variedad de casi 1.000 piezas diferentes, desde vidrio prensado ordinario hasta cristal de alta calidad. La fábrica desempeñó un papel de liderazgo en la industria vidriera española, especializándose particularmente en cristal y vidrio blanco tallado durante el período de la Restauración a finales del siglo XIX. Bajo la dirección de Joaquín Togores en la década de 1890, la fábrica alcanzó su punto máximo en capacidad y tecnología. La especialización en cristal de alta calidad y el gran volumen de producción durante este período consolidaron la posición de la fábrica como una de las más importantes de España. En cuanto a las técnicas de producción y la fuerza laboral, bajo la dirección de Joaquín Togores se introdujeron nuevos hornos de gas a principios de la década de 1880, lo que mejoró la eficiencia y la calidad. La fábrica continuó contratando artesanos franceses cualificados , y también se dependía de mano de obra cualificada extranjera de Francia y Bélgica. La adopción de nuevas tecnologías y la continua dependencia de la experiencia extranjera demuestran un compromiso con la innovación y el mantenimiento de altos estándares de producción. La contratación continua de trabajadores cualificados de Francia y Bélgica sugiere que estos países siguieron siendo fuentes clave de habilidades especializadas en la fabricación de vidrio para la fábrica. La fábrica continuó recibiendo reconocimiento y premios a lo largo de este período. En la Exposición Universal de París de 1878 se le concedió una Mención Honorífica, y en la Exposición de Madrid de 1883 se le otorgó el Gran Diploma de Honor. En 1888, la Fábrica de Cristal y Vidrio de Santa Lucía fue galardonada con la Medalla de Oro en la Exposición de Barcelona, recibiendo el mismo premio en la Exposición celebrada en Murcia en 1900. En total, la fábrica obtuvo hasta siete distinciones en diferentes premios nacionales. La recepción constante de premios en exposiciones nacionales e internacionales subraya la calidad sostenida y el valor artístico de los productos de la fábrica a lo largo de finales del siglo XIX y principios del XX. La fábrica también se vio afectada por eventos históricos más amplios. La crisis financiera de 1866 y las políticas comerciales liberales de 1869 llevaron a una mayor competencia extranjera. Hacia 1898, la fábrica dejó de producir vidrio plano blanco debido a la sobreproducción y al aumento de la competencia. En 1908, la fábrica se unió a la Unión Vidriera de España, marcando el final de su fase independiente y de gestión familiar, debido a la concentración empresarial en la industria vidriera española. La historia de la fábrica no fue aislada, sino que estuvo influenciada por tendencias económicas y cambios políticos más amplios, lo que la obligó a adaptar su producción y, finalmente, a unirse a un colectivo industrial más grande. | Año | Evento | |---|---| | 1834 | Fundación de la Fábrica de Cristal y Vidrio por Tomás Valarino Gattorno | | 1841 | Medalla de Oro en la Exposición de Madrid | | 1842 | Cruz de Carlos III | | 1878 | Mención Honorífica en la Exposición Universal de París | | 1883 | Gran Diploma de Honor en la Exposición de Madrid | | 1888 | Medalla de Oro en la Exposición de Barcelona | | 1890 | La fábrica aparece en la revista "Cartagena Artística" | | 1890s | Máxima capacidad y tecnología bajo Joaquín Togores | | 1900 | Medalla de Oro en la Exposición de Murcia | | 1908 | Se une a la Unión Vidriera de España | | 1955 | Cierre de la fábrica | | 2011 | Apertura del Museo del Vidrio | | 2025 | 70 aniversario del cierre de la fábrica, iniciativa MUVI Open Studios | La Transición a la Preservación: La Génesis del Museo del Vidrio La fábrica mantuvo su actividad hasta 1955. En torno a 2025 se cumplió el 70 aniversario de su cierre. El Museo del Vidrio abrió sus puertas en 2011 como una iniciativa de la Asociación Artesanal de Vidrieros de Santa Lucía, comenzando como sala de exposiciones y centro de formación. El museo se estableció con el objetivo de ser una pieza clave para garantizar el relevo generacional en el oficio. Hubo un lapso significativo entre el cierre de la fábrica y la apertura del museo, un período en el que la historia podría haber corrido el riesgo de caer en el olvido antes de que la Asociación de Artesanos Vidrieros de Santa Lucía tomara medidas. La misión del Museo del Vidrio es preservar y promover la historia del vidrio en Cartagena, así como fomentar la apreciación y la producción artística utilizando el vidrio. Fue iniciado por la Asociación Artesanal de Vidrieros de Santa Lucía y funciona como sala de exposiciones, centro de formación y un lugar para mostrar el pasado, presente y futuro de la tradición vidriera de Cartagena. El museo también tiene como objetivo recuperar la fabricación de vidrio en sus diversas ramas y oficios. Fue construido por el Ayuntamiento como parte del Plan E y posteriormente cedido a la asociación de artesanos. El museo no es solo una exhibición estática de artefactos, sino un centro activo para preservar el oficio a través de la educación y la formación, lo que indica un enfoque prospectivo para la preservación del patrimonio. Figuras clave en el establecimiento del museo incluyen a Francisco García Romero, vicepresidente de la Asociación de Artesanos Vidrieros de Santa Lucía ; Manuel Gil, un artesano del museo que enfatiza su papel en honrar la tradición vidriera de la ciudad ; y Carlos Calabria, un vidriero que trabaja en el museo y destaca el objetivo de continuar la tradición y ofrecer formación. El establecimiento y funcionamiento del museo están impulsados por la pasión y la dedicación de los artesanos locales que tienen una conexión directa con la historia de la fabricación de vidrio en Santa Lucía. Una Ventana al Pasado: Análisis de las Colecciones del Museo del Vidrio El museo alberga en su primera planta más de 200 piezas de la antigua fábrica de vidrio de Santa Lucía, distribuidas en 15 vitrinas. Los catálogos antiguos conservados muestran una rica variedad de casi 1.000 piezas diferentes, incluyendo vidrio prensado ordinario y cristal de alta calidad con grabado. Entre las piezas clave se encuentran una "Copa talla guilloché" de 1891-1910 y una copa de vidrio bicolor de 1883, cuyos detalles y técnicas de producción se encuentran en los catálogos del museo. La fábrica también produjo artículos de vidrio prensado, como los "vasos huertanos". La colección del museo abarca una amplia gama de la producción de la fábrica, desde artículos cotidianos hasta piezas altamente decorativas, lo que proporciona una visión completa de su producción y la evolución de su artesanía. Si bien el museo cuenta con una colección sustancial, la diferencia entre el número de piezas catalogadas y el número de piezas exhibidas presenta una oportunidad para futuras investigaciones y una posible expansión de las exposiciones del museo. Las piezas exhibidas testimonian la rica variedad de productos de una fábrica que recibió numerosos premios nacionales. La exposición ofrece la oportunidad de observar los múltiples procesos involucrados en la fabricación de vidrio. Además de la colección estática, la planta baja del museo cuenta con hornos donde los visitantes pueden presenciar demostraciones de soplado de vidrio y ver las herramientas tradicionales. Esto ofrece una oportunidad única para observar los diferentes procesos por los que pasa el vidrio hasta llegar a su producto final. La inclusión del área de hornos añade una dimensión importante al mostrar el oficio activo. Ecos de la Fuerza Laboral: Historias Orales y Testimonios Aunque los testimonios directos de antiguos trabajadores de la fábrica podrían ser escasos en los fragmentos proporcionados, las narrativas personales de individuos con lazos familiares con la tradición y los artesanos actuales ofrecen valiosos conocimientos sobre el legado perdurable y el elemento humano de la historia de la fábrica. "Eva" comparte una cuenta personal de una familia con una larga historia en la tradición vidriera de Santa Lucía, mencionando a familiares involucrados en el oficio. También se incluye un recuerdo de trabajar en una tienda que vendía artículos de vidrio, posiblemente relacionada con la fábrica, mencionando diferentes roles y el ambiente artístico. Una transcripción de video incluye entrevistas con artesanos actuales del museo (Carlos y Manolo), quienes discuten la historia, las técnicas y sus esfuerzos para mantener viva la tradición. Mencionan la importancia histórica de la fábrica y la probabilidad de que muchos lugareños tengan antepasados que trabajaron allí. La información disponible, particularmente de la transcripción del video , ofrece vislumbres del trabajo exigente pero cualificado involucrado en la fabricación de vidrio en la fábrica, destacando tanto los aspectos técnicos como el esfuerzo humano requerido. Los artesanos describen el proceso de soplado de vidrio, el calor de los hornos (1200°C), el uso de moldes y el tiempo que lleva crear diferentes piezas. También mencionan el uso de ruedas de cobre para el grabado y la técnica del Guilloché. Se destaca la exigencia física del trabajo, con algunas piezas que tardan hasta cinco horas en crearse. Otra fuente describe los roles de diferentes trabajadores en un taller de vidrio: "postero" (ayudante) y aprendiz, lo que proporciona un contexto para los posibles roles dentro de la fábrica de Santa Lucía. Es significativo que los principales trabajadores iniciales fueran franceses. Perspectivas Académicas y Descubrimientos de Archivo Existe un trabajo académico y publicaciones existentes, incluyendo al menos un artículo académico significativo y varios catálogos y libros, que proporcionan una base para comprender la historia de la fábrica. Múltiples fragmentos se refieren a la obra académica de J. M. Martínez Carrión, específicamente su artículo "La fábrica de cristal y vidrio de Santa Lucía (Cartagena) y el sector del vidrio español (1834-1908)". Otro catálogo clave es "Fábrica de cristal y vidrio de Santa Lucía. Fundación Centro Nacional del Vidrio, Murcia (España) 1996" de E. Pablo y P. Pastor. También se menciona un artículo de 1890 en "Cartagena Artística" sobre la fábrica , un libro de Francisco Antonio Rosas Fernández-Villamil sobre la historia y producción de la fábrica , y un catálogo de una exposición de 1966 publicado por la Fundación Caja del Mediterráneo y la Real Fábrica de Cristales de La Granja. Las referencias a catálogos antiguos de la Fábrica de Santa Lucía sugieren la existencia de material de archivo que podría proporcionar detalles sobre la gama completa de producción de la fábrica. La fotograbado de 1890 publicada en "Cartagena Artística" indica la existencia de imágenes de archivo. También se menciona un plano de la fábrica de finales del siglo XIX , así como el documento de solicitud de 1834 para establecer la fábrica y una descripción de la fábrica de una publicación de 1842. Además, se hace referencia a una página de título de la década de 1880 que muestra la contribución de la fábrica a las tarifas de diversos productos de vidrio. Estos indicios sugieren que existe una gran cantidad de material de archivo en diversas colecciones (locales, regionales e incluso privadas) que podrían enriquecer significativamente la comprensión histórica de la fábrica y el museo. Estrategias para la Puesta en Valor y Promoción La estructura actual del museo, con exposiciones en la primera planta y hornos con demostraciones en la planta baja , proporciona una buena base para organizar la narrativa del museo. Existe un plan para modernizar la visita guiada con una línea narrativa clara y una musealización profesionalizada para solicitar fondos europeos. El museo tiene como objetivo ofrecer una nueva perspectiva sobre uno de los oficios más antiguos de la historia. También se describe una actividad de visita escolar que implica investigar la ubicación de la fábrica y su conexión con la Revolución Industrial, lo que sugiere ángulos educativos para explorar en la narrativa y las exposiciones del museo. El museo ya cuenta con la iniciativa "MUVI Open Studios", que incluye visitas guiadas, demostraciones y conciertos el cuarto sábado de cada mes. Existe el deseo de destacar la labor de los artesanos en el 70 aniversario del cierre de la fábrica. El museo tiene como objetivo mostrar las piezas encontradas en el museo y acercar a todos el rico mundo de la fabricación de vidrio. La Asociación de Artesanos Vidrieros de Santa Lucía inició el proyecto de recuperar la fabricación de vidrio en sus diversas ramas , lo que podría dar lugar a exposiciones centradas en diferentes técnicas o períodos históricos. También se menciona un libro con un catálogo general de la producción de la fábrica , lo que sugiere un potencial para publicaciones relacionadas con el museo. El museo tiene presencia en línea a través de la dirección de su sitio web: www.museodelvidriosantalucia.com. También aparece en el portal de turismo regional murciaturistica.es. El museo está activo en plataformas de redes sociales como TikTok. Se menciona un proyecto para modernizar la visita guiada, que podría incluir elementos digitales. Se anima a realizar reservas a través del sitio web del museo. El museo ya desempeña un papel vital en el compromiso comunitario a través de sus programas de formación y visitas escolares. Se menciona la colaboración con la agencia de desarrollo local para diseñar programas de formación sobre técnicas de fabricación de vidrio. Se destaca el objetivo de ofrecer formación en técnicas de fabricación de vidrio en Cartagena. El museo sirve como centro de formación para artesanos del vidrio. Se discuten sesiones de microformación y talleres para promover el conocimiento del oficio. Se describe una visita escolar al museo, lo que indica programas educativos existentes. Se menciona una iniciativa anterior para construir el museo como parte de un plan de inversión local para recuperar la tradición vidriera. Conclusión: Manteniendo la Llama: Asegurando el Futuro del Patrimonio Vidriero de Cartagena El Museo del Vidrio y la Fábrica de Cristal y Vidrio representan un legado histórico de gran importancia para Cartagena, formando parte integral de su patrimonio industrial y cultural. La fábrica, fundada en 1834 por Tomás Valarino Gattorno, experimentó un crecimiento significativo, innovación y reconocimiento a lo largo del siglo XIX, especializándose en la producción de cristal de alta calidad y obteniendo numerosos premios nacionales e internacionales. A pesar de los desafíos económicos y la eventual integración en la Unión Vidriera de España, la fábrica mantuvo su actividad hasta 1955. El establecimiento del Museo del Vidrio en 2011 por la Asociación Artesanal de Vidrieros de Santa Lucía marcó un esfuerzo crucial para preservar esta rica historia, no solo a través de la exhibición de más de 200 piezas originales, sino también mediante la formación de nuevos artesanos y la promoción del arte del vidrio. La labor del museo, impulsada por figuras clave como Francisco García Romero, Manuel Gil y Carlos Calabria, asegura que la tradición vidriera de Santa Lucía continúe viva. El análisis de las colecciones del museo revela una amplia gama de la producción de la fábrica, desde artículos cotidianos hasta piezas de cristal exquisitamente decoradas. La existencia de catálogos antiguos sugiere un potencial aún mayor para comprender la magnitud de la producción histórica. Aunque los testimonios directos de antiguos trabajadores de la fábrica pueden ser difíciles de obtener, las narrativas de los artesanos actuales y las personas con lazos familiares con la tradición ofrecen valiosos conocimientos sobre la vida y la artesanía dentro de la fábrica. La existencia de estudios académicos y documentos de archivo brinda una base sólida para una mayor investigación y comprensión de la historia de la fábrica y su impacto en la región. Para valorizar y promover aún más la historia del museo y la fábrica, se recomienda continuar y expandir iniciativas como "MUVI Open Studios", desarrollar exposiciones especiales que profundicen en aspectos específicos de la historia y la producción de la fábrica, y considerar la publicación de un catálogo completo de la colección del museo. Es fundamental fortalecer la presencia digital del museo a través de un sitio web integral, visitas virtuales y una participación activa en las redes sociales. Además, se deben fomentar las iniciativas educativas y el compromiso comunitario a través de programas para escuelas, talleres para el público en general y colaboraciones con organizaciones locales. Al implementar estas estrategias, el Museo del Vidrio de Santa Lucía puede asegurar que la llama de su patrimonio vidriero siga brillando para las generaciones venideras, preservando una parte única y valiosa de la historia industrial y cultural de Cartagena.

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