Un plan para recorrer España siguiendo un arte milenario
La Ruta del Vidrio: un plan para recorrer España siguiendo un arte milenario
La Ruta del Vidrio: un plan para recorrer España siguiendo un arte milenario
La Ruta del Vidrio: un plan para recorrer España siguiendo un arte milenario
Estas son las diferentes propuestas de la ruta según el territorio:
1. Ruta por el sur de España
Cuando los romanos llegaron a la península crearon la Vía de la Plata, una calzada que atravesaba de sur a norte el territorio. Comenzaba en Asturica Augusta (Astorga) y terminaba en Augusta Emerita, o como ahora la conocemos, Mérida.
Los restos que conservamos a raíz de su paso por la ciudad pacense son algunos de los más importantes de nuestro país, y es por eso que es allí donde se fundó el Museo Nacional de Arte Romano. En él, se incluyen restos de cuatro fábricas de vidrio gracias a las cuales se conserva una gran colección de vajillas y piezas artísticas realizadas en vidrio en los siglos I y II d.C.
Unos siglos más tarde, encontramos en nuestra historia la fábrica de vidrio que instaló Hernando de Zafra en Castril, Granada. La tradición vidriera en esta localidad se remonta a la época árabe, pero en 1504 nace la primera fábrica de manos de este extremeño, quien, tras un viaje a Barcelona, decidió instalar una fábrica en la zona con los conocimientos que allí adquirió. Esta llegó a convertirse en el centro vidriero más importante de Andalucía. Hoy en día, en España conservamos una exquisita colección en el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada.
Avanzando hacia el Mediterráneo, en la Costa del Sol, encontramos el Museo del Vidrio y Cristal de Málaga, una casona restaurada del siglo XVIII que alberga unas 3.000 piezas de diversas épocas (vidrieras, vasijas o envases), que invita a puede recorrer la historia de la humanidad a través del cristal.
2. Ruta por Levante
La costa levantina ofrece el itinerario cultural más extenso dentro de la tradición vidriera. La ruta podría comenzar en Cartagena, donde se instaló una importante fábrica de cristal y vidrios en el siglo XIX y cuyo legado pervive hoy en el Museo del Vidrio de Santa Lucía, que es una sala de muestras y un centro de formación. Su misión es la de rescatar y difundir la historia del vidrio en la ciudad, así como promover la cultura de aprecio a este material e incentivar la producción artística con él.
Ya en la provincia de Valencia, encontramos la huella de los fenicios, en concreto, en el yacimiento de La Covalta en Albaida, un antiguo poblado ibérico habitado desde el siglo VI a. C. al III a. C. Las piezas encontradas allí pertenecían a la clase alta de la sociedad que conformaba el poblado. Cuentas de collar, sellos, colgantes de colores, botellitas y otro tipo de recipientes se encontraron en este enclave y ahora se pueden visitar en el Museo de Prehistoria de Valencia.
Las excavaciones del yacimiento visigodo en València la Vella, en Ribarroja de Túria, han descubierto un centro de producción vidrio, hornos metalúrgicos y un área de viviendas que demuestra que era un centro muy importante productivo alrededor del siglo VI. El viajero puede visitar los yacimientos visigodos contactando con la Oficina de Turismo.
Esta ruta termina en Valencia, donde se puede visitar el Centro Arqueológico de l’Almoina, que cuenta con un enterramiento visigodo, en el que la pareja tiene con ella distintos objetos de valor, entre ellos, algunos realizados con vidrio soplado, lo que demuestra la existencia de esta técnica en la ciudad en la Edad Media y que perdura hasta hoy. Actualmente, la capital levantina cuenta con prestigiosos talleres de artistas donde adquirir piezas únicas
3. Ruta por Mallorca
El vidrio llegó al litoral balear a través de los fenicios en el siglo II a. C. Este pueblo mercader instaló los primeros hornos de vidrio en las islas. Los artistas locales crearon distintas formas similares a las de la alfarería y, posteriormente, las primeras vidrieras. Durante los siglos XVI y XVII llega el vidrio de Venecia a Mallorca a través de vidrieros de Murano, quienes enseñaron a los artesanos mallorquines su técnica y sus materiales para empezar a crear sus propios productos. Gracias a este legado, Mallorca es la isla que cuenta con más tradición de vidrio.
Gordiola, en Algaida (Mallorca), es la fábrica de vidrio soplado y artesanía más importante de la isla, fue fundada en el siglo XVIII y durante más de 300 años y ocho generaciones ha conseguido crear piezas únicas. Su visita es uno de los planes más clásicos de la isla, hasta el punto de que, en la época de mayor auge de turismo en Mallorca, reyes de toda Europa, autoridades, políticos y hasta artistas famosos acudían a las instalaciones casi de forma obligada para observar, en directo, el cuidadísimo proceso artesanal del soplado de vidrio a altísimas temperaturas.
En Palma encontramos la cristalería artística Fiol, que fabrica y restaura vidrieras emplomadas desde 1964. En su tienda, además, se pueden adquirir piezas estilo Tiffany y fueron los artífices de la restauración de varios ventanales de la Catedral de Palma o de los vitrales y lucernario del Parlament de les Illes Balears.
Lafiore Vidrio Artístico, en Esporles, produce objetos de artesanía y entre ellos destacan las aceiteras mallorquinas, así como otros productos como botellas, copas, decantadores de vinos, jarras o lámparas, entre otros. Todos ellos se realizan con vidrio 100 % reciclado, con lo que el comprador también está colaborando con la conservación del medioambiente.
En el Museu d’Història de Manacor se pueden ver objetos de vidrio que provienen de la época postalayótica, entre los siglos VI y I a. C. en la que aparecen las primeras piezas de collares hechas con pasta de vidrio de colores intensos. También aquí, se pueden contemplar lámparas de vidrio que aparecieron en 1912, cuando se descubrió el yacimiento de Son Peretó, formado por la basílica paleocristiana y su baptisterio, una colección importante de mosaicos y otros materiales arqueológicos.
4. Ruta por Cataluña
La tradición que recorre toda la costa este de España culmina en Cataluña. En esta comunidad, el vidrio tuvo un papel protagonista hasta el punto de colarse en el nombre de los propios municipios, como es el de Vidreres, cuyo significado es “trabajar el vidrio” o “fuente de vidrio”.
En Girona son multitud los museos y monumentos que conservan vidrieras de gran valor para la ciudad. Este material recubre edificios y casas de particulares aupando a Rafael Masó como uno de los arquitectos más importantes de la época. De hecho, su propia casa es un símbolo del desarrollo del novecentismo y se puede visitar. Además, también la catedral de Santa María de Girona es otro de los monumentos clave, que cuenta con distintas vidrieras de diferentes orígenes.
No podemos dejar de lado el tesoro vidriero que salvaguardan las calles de Barcelona. La Ciudad Condal cuenta con edificios históricos de alto interés turístico como el Palau de la Música, o con arquitectos tan conocidos como Antoni Gaudí, creador de la Casa Batlló. En cuanto a los edificios religiosos, la Sagrada Familia tiene como seña de identidad las vidrieras que Gaudí diseñó y en la catedral de Barcelona se pueden admirar vidrieras góticas y del siglo XX.
En Vimbodí i Poblet el primer horno de vidrio fue documentado en el siglo II. Allí, se puede visitar el Museu i Forn del Vidre, que es el único museo de Catalunya dedicado específicamente a la tradición del vidrio, y en él se pueden disfrutar de demostraciones de vidrio soplado en directo y de un espacio de exposición. Si la visita se realiza en octubre, el viajero podrá disfrutar de Vitrum, la fiesta del vidrio artesano de Cataluña.
5. Ruta por Castilla y León
Arranca esta ruta en la Real Fábrica de Cristales de La Granja, situada en el Real Sitio de San Idelfonso. Esta fábrica, que se construyó con la llegada de los Borbones a España en 1727, no tuvo pleno esplendor hasta los reinados de Carlos III y Carlos IV, cuando se midió con fábricas de toda Europa gracias a medios tecnológicos de lo más avanzados en el continente.
Aquí, se ha conservado hasta hoy el oficio de soplador de vidrio, y su visita permite conocer el corazón de este complejo, una colección de más de 700 piezas de índoles muy variadas, así como el trabajo que siguen allí haciendo los maestros artesanos que mantienen viva esta fábrica.
Comentarios