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¿LA GRANJA HACE COPAS PARA CERVEZA?
La Real Fábrica de Vidrio de La Granja (Segovia) crea artesanalmente la primera cristalería oficial para cerveza, dos copas diferentes denominadas Ceres y Lúpulo para degustar los dos tipos, suave y de mayor fermentación
Igual que existen copas especiales para vino, brandy o licor, la Real Fábrica de cristales de La Granja ha creado la primera cristalería oficial para cerveza, realizada bajo las reglas de protocolo y calidad establecidas por los artesanos del cristal durante el reinado de Felipe V. Fue con el primer rey Borbón cuando la Real Fábrica ...
... de cristales y vidrio vivió sus primeras reivindicaciones, ligadas precisamente al mundo de la cerveza. Los maestros alemanes llegados a trabajar el vidrio de La Granja pidieron permiso al rey para poder producir y consumir su propia cerveza.
Tres siglos después, los españoles bebemos 70 litros por habitante y año entre las cien marcas producidas en el país. Si todo ese mosto se bebiera en las dos nuevas copas creadas para beber cerveza, bautizadas con los nombres de Ceres y Lúpulo, los maestros sopladores de la Real Fábrica no darían abasto.
Hallar el diseño de la primera cristalería oficial para cervezas no ha sido nada fácil, aseguran las tres partes implicadas en el proceso.
Técnicos y maestros del Centro Nacional del Vidrio, sumilleres de la Asociación nacional de Sumillería de España y la Asociación nacional de cerveceros han unido conocimientos para lograr dos copas para cervezas de escasa fermentación, como la típica lager rubia, y de contundente mosto, del estilo abadía, ale o negra.
La Copa Ceres toma su nombre de la Diosa romana del cereal. La lúpulo repite en su nombre la flor que se añade a la cerveza para prestarle ese amargor característico de propiedades antisépticas.
En ambos casos miden siete centímetros, utilizan cristal con un 24% de plomo, son copas de fuste esbelto para poderlas sostener por la base sin calentar el líquido y de cristal fino y transparente.
Ni jarras, ni porcelanas o barros cerámicos, ni cristales opacos o coloreados. «La cerveza hay que beberla viendo su color», afirma el Presidente de los sumilleres de España, Juan Muñoz, que felicitó a los artesanos sopladores por la consecución de dos copas que «ligan su diseño a las características organolépticas de cada variedad de cerveza ».
Los expertos han tenido en cuenta las diferencias entre los dos tipos de cerveza, más suave y con mayor fermentación.
La copa Ceres, para las cervezas suaves, admite un contenido equivalente al clásico quinto o botellín. Su caña o pierna en evolución hace descansar un cuerpo más esbelto y alargado en cuyo interior caben, además de los 25 mililitros, dos dedos de espuma.
La copa Lúpulo tiene mayor cuerpo. Diseñada para cervezas de alta fermentación, negras y de tipo extra, admite la oxigenación que la cerveza necesita al liberar el carbónico y aporta mucho más sabor.
Al ser artesanales, el peso de cada copa varía entre los 150 y 180 gramos.
La fabricación es totalmente artesanal. El maestro vidriero extrae del crisol, ayudado con una caña hueca, una cantidad muy pequeña de masa de vidrio caliente, en al que va introduciendo aire hasta conseguir una pequeña burbuja de cristal. Esta burbuja es la que se introduce en el molde que le dará la forma requerida. Otro maestro, especialista en piernas y pies, dará la forma al fuste y base de la copa.
Dada la complejidad de la técnica, los artesanos son capaces en jornadas diarias de trabajo de realizar un máximo de 30 piezas.
CATALOGO
El Centro Nacional del Vidrio (CNV) las incluye desde esta semana en su catálogo de piezas a la venta, con un precio de 25 euros cada unidad.
La realización de la primera cristalería para cerveza cumple la finalidad cultural de la Fundación nacional del Vidrio, según señaló en la presentación, el presidente de la misma, Francisco Salazar Simpson.
«Entre sus fines, la fundación tiene encomendado el desarrollo cultural y la cerveza nace de la cultura gastronómica», dijo.
En este sentido, el diseño de las copas adecuadas para la cerveza ha sido un reto. «Nuestra manera mediterránea de degustar las bebidas, acompañando a la gastronomía nos ha acostumbrado a recipientes más pequeños, con el fin de poder dialogar y mantener la temperatura correcta de la cerveza en todo momento », explica el presidente de la Asociación Nacional de Cerveceros de España, Jacobo Olaya.
Aunque cada copa de cristal tiene su propio diseño, en ambos casos, Ceres y Lúpulo, el fuste para sujetar la cristalería es amplio, para permitir, cómodamente alzar el envase sujetándolo con los cuatro dedos.
Olaya, destacó este fuste estilizado que, en ambos tipos, permite al bebedor sujetar la cerveza por la base de la copa, sin necesidad de calentar el contenido.
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